Es la 1:00 en punto. Pareces dormida pero no lo estás.
Murmuras cosas.
Mantienes diálogos acalorados con alguien el cual parece no te cede la razón.
No entras en el juego. Te mantienes firme y calmada.
¡Un grito!
Nada, falsa alarma.
Vuelve la calma.
Silencio.
Vuelves a parecer dormida.
Es ahora cuando me pregunto... ¿ Duermes? ¿Sueñas?
¿ Quizá tengas pesadillas y eso sea el resultado de tus conversaciones?
¿ Puede que haga demasiado calor y quieras decírmelo ? ¿ Quizás esas cortinas son terriblemente chillonas? ¿ Puede que no estés de acuerdo con la combinación del juego de cama?
¿ Puede que él esté por aquí esperando? ¿ Puede que esté vigilando, entreteniéndote?
Eso sería fantástico...
- Hola abuelo.
- Sí, ella está bien.
-No, no le duele nada.
-Sí, come bien.
-No, no pasea.
-Oh sí sí, duerme mucho.
-No, no se ha puesto peor, sigue ahí.
-Sí, sonríe.
-No, no vienen.
-Sí, es mejor.
-No, no distingue mucho.
-No, no recuerda a mamá.
-No, no se acuerda de ti...
-No, o sí, bueno, puede...no se.
-Sí, la seguiremos cuidando.
-Sí, te echo de menos.